El principal problema de la hipertensión arterial es que, en la mayoría de los casos, el enfermo no lo sabe, y al no recibir tratamiento puede provocarle daños en varios órganos vitales, como los ojos, los riñones, el corazón, entre otros. En los casos más graves, puede conducir a hemorragias cerebrales o trombosis. Si bien no presenta síntomas, algunas de sus manifestaciones son: vértigo, mareos, nauseas, dolor de cabeza, zumbido de los oídos, cansancio, sudoración excesiva, dificultad al respirar, opresión en el pecho, entre otras. Asimismo, la enfermedad está asociada a diversas causas: *Factores genéticos hereditarios. *Causas orgánicas. *Alimentación inadecuada. *Obesidad. *Edad. *Estrés. *Alcohol. *Tabaco. *Café. Fitoterapia El uso de plantas supone una manera natural de prevenir la hipertensión e incluso curarla, en los casos de hipertensión leve. La principal función de la fitoterapia será el empleo de plantas vasodilatadores, que disminuyen la presión arterial; plantas diuréticas, que eliminan líquidos del organismo y expulsan el exceso de sodio, rebajando con ello a hipertensión; y plantas antitrombóticas, que previenen los coágulos en las arterias y ayudan a eliminarlos. Entre las principales plantas contra la tensión arterial alta, se encuentran: *
Muérdago: Ayuda a reforzar el corazón, previene la arteriosclerosis y reduce el colesterol. Se realiza un cocimiento, durante 15 minutos de una cucharadita de ramas y hojas, por taza de agua. *
Espino blanco: Tiene acción cardiotónica, mejora la circulación coronaria y la nutrición del corazón. Calma las palpitaciones, disminuye el estrés y posee acción vasodilatadora. Se realiza una infusión de una cucharada de flores secas de la planta, bebiendo dos o tres tazas al día. *
Olivo: Se prepara una infusión de un puñado de hojas de la planta. Se toman dos o tres tazas al día. *